La OMS define el ictus como: fenómeno agudo que provoca una obstrucción e impide que la sangre fluya hacia el cerebro, siendo las causas más importantes una dieta poco saludable, la inactividad física y el consumo de tabaco y alcohol.
29 octubre 2017 |
La buena noticia es que el ictus se puede prevenir. Existen 10 factores que engloban casi el 90 % de riesgo del ictus, y estos factores pueden ser modificados. La mala noticia es que todavía somos incapaces de prevenirlo a gran escala. “En este Día Mundial del Ictus hacemos un llamamiento a los gobiernos y a los responsables del sistema de salud para que desarrollen estrategias de prevención amplias, y así poder neutralizar los factores causantes del ictus.” Jon Barrick, presidente de SAFE. Además añadió que la salud pública, los investigadores, los sobrevivientes de ictus y las organizaciones de apoyo a los afectados deberían colaborar en el desarrollo de campañas, y así implementar estrategias eficaces de prevención del ictus a nivel nacional, regional y global.
El informe “The Burden of Stroke” (el lastre del ictus), lanzado por SAFE en mayo de este año en el Parlamento de la UE, demostró que uno de los principales problemas a la hora de luchar contra el ictus hoy es la falta de conciencia pública sobre los accidentes cerebrovasculares como enfermedad y su prevención adecuada.
El ictus no solo afecta al superviviente del ictus, por lo tanto la lucha contra esta terrible enfermedad no es trabajo de una sola persona. Hemos de considerarlo como un terrorista dentro del cerebro humano. Al igual que en la lucha contra el terrorismo, la mejor manera de enfrentarlo es previniéndolo.
El informe “The Burden of Stroke” demostró que la mayoría de países europeos han emprendido campañas educativas que tienen como objetivo crear conciencia sobre los factores de riesgo de accidente cerebrovascular y animar a la gente a adoptar un estilo de vida saludable. Sin embargo, sólo algunas de estas campañas han sido evaluadas sistemáticamente. Los pocos que han sido evaluados demuestran que se ha tenido éxito en relación al conocimiento de factores de riesgo o, lo que es aún más importante, un cambio de comportamiento debido a esta conciencia.
Todo el mundo tiene una razón personal para prevenir un accidente cerebrovascular, pero se debe saber cómo prevenirlo. Esta meta solo se puede alcanzar de una forma sistemática: con el apoyo apropiado de los gobiernos nacionales y los profesionales de la salud, las organizaciones de lucha contra el ictus pueden jugar un papel de vital importancia en las campañas de concienciación pública respecto a la reducción de factores de riesgo, en particular los más importantes como presión arterial alta, fibrilación atrial (palpitaciones irregulares) y colesterol.
Sobre el ictus
El ictus es una de las causas principales de muerte y discapacidad a nivel global. Cada año 17 millones de personas sufren un ictus, de las cuales 6,5 millones no sobreviven y la mitad de los sobrevivientes quedan con algún tipo de discapacidad. Se calcula que en el mundo hay actualmente 26 millones de supervivientes de ictus.
El ictus sucede cuando el suministro de sangre a una parte del cerebro se ve bloqueado. Las células y tejidos cerebrales pueden verse dañados en estas circunstancias. Este daño puede tener diferentes efectos en el cerebro, dependiendo del lugar en que suceda. Puede afectar el cuerpo de una persona, su movilidad y su habla, al igual que la manera en que piensa y siente.
La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia, según la definición presentada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su constitución aprobada en 1948.
Este concepto se amplía a: "La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades." En la salud, como en la enfermedad, existen diversos grados de afectación y no debería ser tratada como una variable dicotómica.
Así, se reformularía de la siguiente manera: "La salud es un estado de bienestar físico, mental y social, con capacidad de funcionamiento, y no sólo la ausencia de afecciones o enfermedades”. También puede definirse como el nivel de eficacia funcional o metabólica de un organismo tanto a nivel micro (celular) como a nivel macro (social). En 1992 un investigador amplió la definición de la OMS, al agregar: "y en armonía con el medio ambiente".
Por ello desde Panama On queremos crear este espacio de divulgación cinetífica y que sirva para estar informados con los avances y estudios que se producen a nivel mundial.