Con el propósito de promover la prevención del consumo del tabaco en nuestra población y concientizar mediante la educación continua dirigida a los profesionales de la salud, del 21 al 23 de noviembre se realiza el II Congreso Multidisciplinario Internacional de Tabaquismo y Enfermedades No Transmisibles, con el lema: “El Tabaco rompe corazones, elige salud”.
22 noviembre 2018 | Publicado : 04:55 (22/11/2018) | Actualizado: 06:06 (22/11/2018)
Este espacio, que es desarrollado cada dos años por la Comisión Nacional de Control de Tabaco, busca capacitar a más de mil técnicos y trescientos administrativos de salud, para mejorar sus conocimientos y capacidades para el manejo integral del tabaquismo, su prevención y control.
Durante esta convención científica se llevarán a cabo actividades paralelas en busca de estimular el interés en dejar de fumar a los consumidores de tabaco y crear conciencia en la población sobre el daño que provoca en el ser humano el uso del cigarrillo, a través de actividades como: Concurso de Fotografía, Concurso de Pintura, Concurso de Casos Clínicos, Concurso de Trabajos de Investigación, Concurso de Trovadores, Concurso de Stand Regionales todo esto trabajado bajo el lema del congreso.
Desde hace más de 10 años, Panamá cuenta con una política integral en materia de control de tabaco, ya que desde el 2004 nuestro país es Parte del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT), cuya implementación se sustenta en la aplicación de diversas normativas nacionales que van desde resoluciones hasta leyes, como es el caso de la Ley 13 del 24 de enero de 2008.
Algunos puntos importantes de la normativa legal de control de tabaco incluyen:
La oferta de programas para dejar de fumar (hoy día ofrecemos tratamiento gratuito en 47 clínicas de cesación de tabaquismo distribuidas en diferentes provincias).
Ambientes cerrados 100% libres de humo de tabaco (bares, pub y otros)
La inclusión de advertencias sanitarias, pictogramas y texto de: FUMAR PUEDE CAUSAR LA MUERTE, en las cajetillas de cigarrillo.
Aumento del impuesto del cigarrillo, (de lo cual un porcentaje es transferido al MINSA para la prevención y el tratamiento del tabaquismo y sus enfermedades relacionadas) por el mismo se recaudaron en promedio 25 millones /año, sin embargo, los daños a la salud relacionados con el consumo del tabaco superan a los 100 millones de dólares.
El tabaco se cobra más de 7,2 millones de vidas a nivel mundial al año (si se incluyen los efectos de la exposición al humo ajeno), y se prevé que esa cifra aumente considerablemente en los próximos años.
En la actualidad, en Panamá la prevalencia de consumo de tabaco actual en jóvenes de (13 a 15 años) se redujo de 18.3% en 2002 a 7.8% en el 2017. Para el 2017, la prevalencia de fumar cigarrillos se estimó en 3.9%, sin diferencias estadísticamente significativas entre chicos y chicas. Y la exposición al humo de tabaco de segunda mano también mostró disminuciones significativas, tanto en el hogar como en lugares públicos.
La Encuesta de Tabaco en Adultos (GATS, por sus siglas en inglés) indicó que la prevalencia actual de consumo de tabaco en la población de 15 años y más alcanzó un 6.4%, siendo la prevalencia más baja de la Región de las Américas y ubicando a nuestro país entre los 4 con más baja prevalencia a nivel global.
Durante el período comprendido entre 2000 a 2015 la tasa de mortalidad proporcional asociada al consumo de tabaco representó en promedio el 13.2% de las muertes totales, lo que representa en promedio 2029 defunciones por año.
El consumo de tabaco, la inactividad física, el uso nocivo del alcohol y las dietas malsanas aumentan el riesgo de morir a causa de una de las Enfermedades No Transmisibles (ENT).
Las ENT ponen en peligro el avance hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre los que se encuentra la reducción de las muertes prematuras por ENT en un 33% para 2030.
El MINSA ha hecho un esfuerzo para reducir la carga por ENT, donde el control de factores de riesgo como el consumo de sal, azúcar y comida chatarra es de prioridad nacional. Consecuente con esta lucha, se ha implementado la regulación de bebidas azucaradas y comida chatarras en los kioscos escolares. Además, nos disponemos a implementar también el etiquetado frontal de alimentos y regulación de impuestos para de forma integral ir avanzando en nuestro Plan Nacional contra las Enfermedades de Transmisión Social.
A nivel mundial unos 4,1 millones de muertes anuales se atribuyen a una ingesta excesiva de sal/sodio. Más de la mitad de los 3,3 millones de muertes anuales atribuibles al consumo de alcohol se deben a ENT, entre ellas el cáncer. Unos 1,6 millones de muertes anuales pueden atribuirse a una actividad física insuficiente.
En el Censo Nacional de Salud Preventiva se han censado 900 mil personas, con resultados impactantes: el 36% de las personas sufren de hipertensión arterial, el 14% diabetes mellitus; un 38% de dislipidemias y un 40% de obesidad y sobrepeso. Estas enfermedades generan una fuerte erogación para el Estado panameño y para las familias incrementando el gasto de bolsillo y las pérdidas económicas asociadas a la disminución de la productividad.