Todos sabemos que la tecnología avanza a pasos agigantados, pero lo que pocos saben es que con todas las comodidades y facilidades que traen consigo también hay consecuencias negativas que impactan en nuestro organismo de manera directa o indirecta.
Los suecos tienen una palabra para un sentir vergonzoso muy específico: volar en aviones. Transportarse por el aire genera una elevada tasa de dióxido de carbono; es muy contaminante. Greta Thunberg, la activista sueca, no utiliza aviones por ese motivo. ¿Tendremos que dejar de volar y hacer turismo para reducir la huella de carbono?