Un milagro eucarístico del siglo XIII fue el origen de la Fiesta del Corpus Christi, que la Iglesia celebra el jueves siguiente a la Solemnidad de la Santísima Trinidad; aunque en algunos países las Iglesias locales deciden trasladarla para el domingo por una cuestión pastoral.
23 junio 2019 |
A mediados del siglo XIII el P. Pedro de Praga dudaba sobre la presencia de Cristo en la Eucaristía y realizó una peregrinación a Roma para rogar sobre la tumba de San Pedro una gracia de fe. Al retornar, mientras celebraba la Santa Misa en Bolsena, en la Cripta de Santa Cristina, la Sagrada Hostia sangró manchando el corporal.
La noticia llegó rápidamente al Papa Urbano IV, que se encontraba muy cerca en Orvieto, y mandó que se le lleve el corporal. Más adelante el Pontífice publicó la bula “Transiturus”, con la que ordenó que se celebrara la Solemnidad del Corpus Christi en toda la Iglesia el jueves después del domingo de la Santísima Trinidad.
El Santo Padre encomendó a Santo Tomás de Aquino la preparación de un oficio litúrgico para la fiesta y la composición de himnos, que se entonan hasta el día de hoy: Tantum Ergo, Lauda Sion.
El Papa Clemente V en el Concilio general de Viena (1311) ordenó una vez más esta fiesta y publicó un nuevo decreto en el que incorporó el de Urbano IV. Posteriormente Juan XII instó su observancia.
El Corpus Christi en la Villa de Los Santos, tienen vigencia desde los tempranos días de la colonia. Aunque se trata de una fiesta religiosa, las celebraciones en esta localidad tienen también un carácter folclórico, al combinar la tradicional procesión con danzas y costumbres locales. La Asociación Rescate de Danzas "Miguel Leguízamo" ha promovido la conservación de estas tradiciones y el estudio de sus orígenes.
La Villa de Los Santos, mantiene una historia interesante desde mucho antes de su fundación, ya que hacia 1515, el Licenciado Gaspar de Espinoza visitó por primera vez las tierras santeñas que durante la colonia fue Alcaldía Mayor y depositaria de alguna riqueza colonial, cuando la tomó el pirata inglés Townley. Para el siglo XVII se establecieron varias familias españolas procedente de Natá de los Caballeros y existen datos de que en 1589 se da una migración de santeños hacia el sur de la península de Azuero, dando como resultado la fundación de nuevas poblaciones tales como Las Tablas, Pocrí, Pedasí entre otras.
La Villa de Los Santos en la actualidad se constituye como una de las ciudades donde la conservación de los elementos raizales y tradicionales, como lo es el caso del Corpus Christi es de suma importancia en la vida de la comunidad. Estos son algunos de los aspectos más conocidos sobre las primeras manifestaciones de esta festividad religiosa en las tierras santeñas.
La introducción de los aspectos religiosos cobró mayor fuerza en la Villa de Los Santos, cuando se levanta el templo que en su fachada principal dice: “Se remató esta portada en el año de 1782 siendo vicario el Sr. Dn Joachim de Villaran y Mayordomo el Sr. Dn José Escolar. Una demostración clara que desde la fundación de La Villa de Los Santos (1569) hasta la instalación del templo (1782) pasan varios años en los que la catequización debió haberse dado sin una estructura hasta el levantamiento de lo que es hoy día la Iglesia de San Atanasio de la Villa de Los Santos.
La Iglesia donde entonces se constituye en el más importante baluarte de la fe de los santeños y es cuando las celebraciones del Corpus Christi toman mayor celebridad en tiempos de la colonia, sin duda alguna, se instituyen las manifestaciones que en ese entonces han de darle características especiales al Corpus Christi.
Para esa época la Iglesia católica Universal en su inquietud de captar adeptos al cristianismo, utilizó formas de teatro profano en los templos de toda Europa y por ende en España, costumbre que se trajo a América y sin duda alguna encontró su asiento en la Villa de Los Santos y es precisamente en el festejo del Corpus Christi donde se introdujeron danzas y oficios propios de la comuna santeña, en el caso de algunas representaciones de Autos Sacramentales que aún tienen vigencia como la lucha entre el bien representada por el Arcángel San Miguel y el Demonio representado por el Diablo Mayor.
En La Villa de Los Santos, con el correr de los años estas celebraciones han tomado forma a través de un ciclo festivo que inicia con la Víspera de la Santísima Trinidad, donde una representación teatral tiene su significado con lo que se denomina El diablo encueta’o que marca el inicio de todo el ciclo religioso – tradicional. Estas representaciones teatrales se han dado a través de los años con la participación de la llamadas diabladas cuyos máximos exponentes son los Diablicos Sucios que representan una pantomima del mal o sea el demonio que trataba de asustar y amedrentar a los incrédulos de las cosas de la iglesia, celebrándose el sábado previo a la celebración de la Santísima Trinidad.
Luego, el siguiente miércoles se celebra La Víspera de Corpus con una representación teatral, ahora con otra forma de diablos demonios “Grandiablo o Diablicos Limpios”, quienes “cuartean” el Sol, dividiéndose el Astro Rey en cuatro partes como representación del dominio total del Mundo. A las doce del medio día de cada día, se dan estas representaciones que han sido trasmitidas a través de la tradicional oral. Seguida la noche de la víspera del Corpus, no se duerme y la gente trasnocha entre juergas, cantores y juglares, hasta que aproximadamente al amanecer todos van en busca de El Torito, una de las danzas que tiene representación en estas festividades y ya es precisamente el gran día El Jueves de Corpus Christi cuando se inicia a las 10:00 de la mañana la tradicional Misa de Corpus Christi con representaciones dentro del templo y luego La Procesión del Corpus Christi donde el Santísimo Sacramento desde el Altar recorre algunas calles del pueblo, donde se han dispuesto altares y alfombras de flores para recibir la visita del Santísimo y Danzas tradicionales acompañan esta procesión.
Ocho días después se celebra La Octava de Corpus, donde la liturgia se basa en el festejo de la última novena y Salve dedicada al Sagrado Corazón de Jesús. En este día se cuentan con representaciones teatrales en las plazas y calles para celebrar al siguiente día El Día del Sagrado Corazón de Jesús, cerrando de esta manera el ciclo religioso – tradicional-.
En la Villa de Los Santos se han incorporado en los últimos años, las presentaciones de las danzas folclóricas en un día dedicado al Turismo, el cual no forma parte de este ciclo y más adelante la mujer santeña sobresale en estas representaciones que han tenido desde sus inicios, el mismo principio del teatro griego, donde eran sólo los hombres quienes podían representar las danzas. La mujer participa con un toque de gracia, en un día exclusivamente dedicado a ella.