Así, el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, comentó en su cuenta de Twitter que el 2021 podría resultar ser mucho más mortífero que el 2020, y comentó sobre las medidas que se deben adoptar.
"El COVID-19 ya se ha cobrado más de 3,3 millones de vidas y estamos en camino de que el segundo año de la pandemia sea ser mucho más mortal que el primero", asevera Ghebreyesus.
De acuerdo con el alto funcionario, la única salida para salvar vidas y hogares es una combinación de vacunación y de medidas de salud pública, que no se pueden aplicar por separado. Uno de los mayores retos es precisamente la disponibilidad de las vacunas en países más pobres, y como solución a este problema el director de la OMS sugiere que en lugar de vacunar a los niños, los países desarrollados compartan sus vacunas en el marco del plan Covax.
Y es que hay países de ingresos medianos o bajos donde ni siquiera hay suficientes vacunas para inmunizar a los trabajadores de la salud y al mismo tiempo los hospitales en estos países se están inundando con personas que necesitan una asistencia urgente. De hecho, solo 0,3% de las vacunas contra el COVID-19 llega a estos países, destacó Ghebreyesus.
Subrayó también que en algunas partes del mundo la situación sigue siendo crítica, como es el caso de la India, Nepal, Sri Lanka, Vietnam, Camboya, Tailandia y Egipto. Por su parte, el continente americano ha registrado el 40% de todas las muertes por coronavirus la semana pasada. A todos estos países se le está prestando apoyo, agregó el director general de la OMS.