Un grupo internacional de investigadores advirtieron que una pandemia podría matar a decenas de millones de personas y causar graves afectaciones a la economía mundial, por ser cada vez más incontrolables.
19 septiembre 2019 | Publicado : 14:43 (18/09/2019) | Actualizado: 01:27 (19/09/2019)
Los especialistas, pertenecientes al Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), aseguraron en un reciente informe que enfermedades como el ébola, la gripe y el síndrome respiratorio agudo grave son cada vez más difíciles de controlar por las complicadas condiciones políticas y sociales que vive una importante parte del mundo.
A ello se suma la interferencia de conflictos prolongados, Estados debilitados y problemas de migración, la pobreza y la vulnerabilidad de países con un bajo nivel de desarrollo, donde los brotes de epidemias infecciones proliferan rápidamente.
Por esas razones autoridades del BM convocaron a los gobiernos a invertir en el fortalecimiento de los sistemas de salud, investigación, desarrollo de nuevas tecnologías y sistemas de comunicación rápida.
Los especialistas de la OMS consideran que un patógeno de rápido movimiento tiene el potencial de matar a decenas de millones de personas, perturbar las economías y desestabilizar la seguridad nacional, amenaza que es real y latente.
En el mundo actual, el volumen de viajeros en movimiento diariamente en aviones hace posible que una pandemia pueda extenderse por todo el planeta en menos de 36 horas y matar entre 50 y 80 millones de personas.
De producirse una epidemia, muchos sistemas de salud colapsarían, sobre todo en países con un bajo nivel de desarrollo, aseguraron.
Entre 2011 y 2018, la OMS rastreó mil 483 epidemias en todo el mundo, incluyendo males como el ébola y el síndrome respiratorio agudo severo, según el documento publicado.
Tales enfermedades contagiosas devastaron a muchos de sus países: el brote de ébola en África occidental provocó una pérdida de 53 mil millones de dólares en costos económicos y sociales, que generaron otras consecuencias como la pérdida de empleos, desplazamientos forzados, atención médica inaccesible y mayor índice de mortalidad.
También el calentamiento global tiene incidencia en que las enfermedades transmitidas por mosquitos como el zika y el dengue se extiendan a Europa, Estados Unidos y Canadá, lo que pone en riesgo a mil millones de personas más, según el estudio realizado a principios de este año.