Un nuevo estudio observacional del hospital universitario de Lausana (Suiza) señala que la frecuencia de las siestas influye en la probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular. El descanso ocasional se vincula con una reducción del 48 %.
Un equipo multinacional de científicos afirma que ha descubierto un mecanismo que descompone las moléculas del virus VIH y las vuelve inactivas.