La depilación se impone entre los varones jóvenes y los pelos ya no son un signo de virilidad sino que se ven como antiestéticos y poco higiénicos. Eligen depilarse para lucir mejor, resaltar sus músculos, transpirar menos y por pedido de sus compañeras sexuales. A su vez, algunas mujeres optan por dejarse el vello.
La exposición incesante a sustancias tóxicas plantea una crisis y una amenaza global para los derechos humanos y la salud reproductiva, afirmó un alto ejecutivo de la Organización de Naciones Unidas.