Juan Planells, rector de la Universidad Santa María la Antigua (USMA), explicó que para mantener la población estudiantil se han creado diversos planes,
como la implementación del programa "Solidarízate con un estudiante", que “ha permitido que, los que no tienen dinero para poderse matricular puedan recibir
una donación, principalmente de egresados de la Usma, que quieren que sus compañeros completen la educación”.
Por su parte, Adriana Angarita, presidenta de la Asociación de Universidades Particulares de Panamá (AUPPA), indicó: “podemos indicar que la mayoría de
los estudiantes matriculados están recibiendo sus clases y trabajando de la mano de sus docentes para hacer uso de las facilidades, que permitan enfrentar
esta nueva etapa desde la construcción de una nueva forma de ver la educación”.
De acuerdo a la también rectora de la Universidad del Istmo (UDI), todas las universidades privadas que funcionan en el país han hecho descuentos y
acuerdos individuales de plazo para pagos o algún otro mecanismo de alivio y solidaridad con el alumnado, especialmente con aquellos que han presentado
sus casos evidentes.
Denuncias
Como respuesta a las denuncias presentadas por más de 1,500 estudiantes ante la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia
(Acodeco) por cobros irregulares, Angarita detalló que cada universidad debe atender “sus casos de forma específica para trabajar en la solución real de los
inconvenientes que se presentan, evitando dejar de lado el foco más importante al que nos debemos como sociedad, que es el fondo del aprendizaje y no la
forma”.
Jorge Quintero, director de Acodeco, comentó que “universidades como la Usma, la Columbus University o como Isae, de una vez atendieron a los
estudiantes y llegaron a acuerdos, pero hay otras como la Latina y la Interamericana, que no atendieron el llamado y todavía mantenemos las denuncias. 505
tiene la Universidad Latina”, puntualizó Quintero.
Mirna de Crespo, rectora de la Universidad Latina, reveló que, “estamos tratando de seguir ofreciendo nuestras ofertas educativas porque tenemos estudiantes
graduandos, estudiantes con un avance grande en sus carreras que quieren continuar y nosotros en este periodo crítico hemos iniciado con una matrícula
bajísima y todo el mundo con deseos que le dieran oportunidad de financiamiento”.
Resaltó que desde la Latina empezaron “recogiendo el 10% y un poquito más de lo que se paga regularmente y ninguna universidad subsiste con eso”.
También sostuvo que “en estos momentos no es posible bajar los precios porque no tenemos grupos como hubiéramos tenido normalmente, hemos hecho
hasta compactación de grupos para poder echar hacia adelante. Tenemos grupos de 1, 3 y 5, como hay grupos más grandes. Dependiendo de las
especialidades, las cuales se han contraído completamente”.
Para finalizar, le pidió a la comunidad ver el fondo y detalles que “no se ven a simple vista, como que se sigue pagando las bibliotecas virtuales que son
carísimas como: las jurídicas, científicas y los profesores están haciendo un esfuerzo muy grande”.
“Inicié dando clases presenciales en el primer cuatrimestre, cuando suspendieron las clases nos dijeron que nos darían una opción virtual, pero realmente
nunca lo hicieron en su momento (hace 6 meses), ahora nos hicieron retomar la materia que había iniciado y querían cobrarme los meses que no fui atendida”,
manifestó la universitaria graduanda Maylén Pérez.
Puntualizó que “la opción no es mala, pero no todas las universidades están preparadas para tomar el reto de la virtualidad, a pesar de que es una modalidad
que lleva años en Panamá”.