La OMS llamó a reforzar al personal de salud a nivel mundial, en especial al de enfermería por ser hoy más de la mitad dentro del sistema sanitario y por prestar servicios esenciales.
08 abril 2020 |
En su informe sobre la situación de la enfermería en el mundo 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó un examen del componente más numeroso de los profesionales del sector, en el cual se revelan importantes deficiencias y urgencias.
Dicho texto señala que entre las prioridades están la inversión en formación, empleo y liderazgo para fortalecer al personal de enfermería y mejorar la salud de todos.
Reconoce el informe que los profesionales de la enfermería han estado en primera línea de la lucha contra las epidemias y pandemias que amenazan la salud a nivel mundial, situación latente hoy, y en la que demuestran su compasión, valentía y coraje en el enfrentamiento a la Covid-19.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, asegura en el informe que 'los profesionales de enfermería son la columna vertebral de cualquier sistema de salud'.
Agregó que el documento constituye un claro recordatorio del papel insustituible que desempeñan y una llamada de atención para asegurar que reciben el apoyo que necesitan para salvaguardar la salud del mundo.
El texto revela que actualmente son cerca de 28 millones de profesionales a nivel global, aunque actualmente existe un déficit mundial de 5,9 millones, la mayoría en países de África, Asia sudoriental y el Mediterráneo oriental, así como en algunas partes de América Latina.
Resalta que más del 80 por ciento de las enfermeras y enfermeros trabajan en países que albergan a la mitad de la población mundial, mientras uno de cada ocho ejerce en un país distinto al que nació o se formó.
El envejecimiento también amenaza a este personal de la salud, por lo que para evitar su escasez en los servicios sanitario, la OMS recomienda incrementar la financiación para formar y emplear a más profesionales de la enfermería.
Además, ofrecerles formación teórica y práctica en las competencias científicas, tecnológicas y sociológicas que necesitan para avanzar en la atención primaria de salud, en especial en la prevención y atención clínica de las enfermedades no transmisibles.