asta 25 millones de toneladas métricas de microplásticos pueden transportarse cada año dentro de la atmósfera marina y terminar en los océanos.
23 mayo 2022 |
Por ejemplo, acotó, cuando las partículas más oscuras se depositan en la nieve, dañan la retroalimentación del albedo del hielo, lo que reduce su capacidad para reflejar la luz solar y promueve el derretimiento.
En la atmósfera, pueden servir como núcleos de condensación del vapor de agua y ocasionar efectos en la formación de nubes y a largo plazo en el clima, mientras que las manchas marinas más oscuras absorben mayor cantidad de energía solar y contribuyen al aumento del calor oceánico.
Las partículas plásticas se han detectado en prácticamente todas las esferas del medio ambiente, como en los cuerpos de agua, el suelo y el aire, ahondó el reporte.
A través de las corrientes oceánicas y los ríos, alertó, las más diminutas pueden llegar incluso a las profundidades del Ártico o la Antártida.
El transporte de micro-nanopartículas de plástico entre la atmósfera y el océano constituye un desafío creciente que plantea riesgos para la salud humana, marina y de los ecosistemas, y para cuyo pleno entendimiento se requiere una mayor observación e intercambio de datos, remarcó el organismo.