Una empresa tecnológica china ha diseñado cojines inteligentes y los distribuyó entre sus empleados para un supuesto estudio del producto. Los dispositivos debían vigilar su salud, pero muy pronto los trabajadores se dieron cuenta de que en realidad los estaban espiando.
19 enero 2021 |
La mujer quedó alarmada cuando un gerente de la empresa le preguntó sobre los descansos de media hora que había tomado en su lugar de trabajo. También le amenazó con reducción de su bono anual por supuesta holgazanería.
"¿Qué podría significar? Significa que todas las pruebas están en el cojín, ¡y mi jefe lo sabe! Ir a trabajar es como estar en la cárcel: esa sensación de estar constantemente vigilada. ¿Quién trabaja realmente de forma productiva cada minuto y segundo en la oficina, de todos modos?", escribió la empleada de Hebo.
Se sintió engañada ya que solía pensar que el cojín era una forma en que la empresa se ocupaba de su bienestar.
La empresa comunicó que había emitido una advertencia al gerente de recursos humanos por difundir los datos de los participantes sin permiso. Sin embargo, el director general de la empresa, Zhang Biyong, defendió el derecho del gerente a saber dónde están los trabajadores.
"Si no están en sus asientos, no podemos recoger los datos", destacó Zhang refiriéndose al ensayo del equipo que se lleva a cabo en la empresa. Los datos recogidos de los empleados a través de los sensores de los cojines se utilizaban para monitorear su salud y mejorar la tecnología del producto, no para evaluar su desempeño laboral, aseguró.
La compañía diseña lo que llama dispositivos de salud discretos, como uno instalado en los colchones para medir el ritmo del corazón.
De acuerdo a Zhang, de los aproximadamente 20 empleados de su empresa, los siete que utilizaban los cojines habían firmado los formularios de consentimiento para participar en el estudio diseñado por un estudiante de maestría de la Universidad Tecnológica de Eindhoven, en los Países Bajos.